miércoles, 19 de julio de 2023

60 - RECUERDOS DEL VAPOR. Un inglés en la Estación de La Puebla de Albortón.

 


                           Vista de la estación de La Puebla en la línea del horizonte. En primer plano entrada al barranco de la Hoz.

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Un inglés en la Estación de La Puebla de Albortón.

El pasado mes de junio,  tuve la oportunidad de recibir el último número   de la revista, Aragón turístico y monumental, esta publicación  es continuación  de,  Aragón : Revista gráfica de cultura aragonesa, órgano del sindicato de iniciativa y propaganda de Aragón , SIPA.

Uno de los artículos de esta revista, titulado, -Un inglés en Fuendetodos-, de Javier López Romanos,  describe parte del libro de J.E.Crawford Flitch, autor y protagonista de un  viaje a Fuendetodos. Este  ciudadano inglés amante de la pintura y de la figura del gran maestro  Francisco de  Goya y Lucientes, relata en uno de los capítulos , su paso por la estación de ferrocarril de  La Puebla de Albortón. ¿Qué hacia este ciudadano procedente del Reino Unido en  época del Rey Jorge V de Inglaterra ,  en la España de principios del siglo XX, en una estación de ferrocarril de un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza ?, ¿ y algo más  ¿Quién fue  J.E.Crawford Flitch? .

 

J.E.Crawford Flitch , ( Yorkshire 1881  - 1946 ) fue abogado y traductor, realizó varios viajes a España,  y a diferencia de otros paisanos suyos, fue  un gran amante de nuestra tierra. Algunos autores citan  Alejandro Dumas a mediados del siglo XIX, como autor de  la frase –“África comienza en los Pirineos”-, cierto es que los turistas ingleses eran más de visitar Francia o Italia,  que España , solo los viajeros  más aventureros se adentraban en nuestra patria en el siglo XIX, principios  del XX,  Mr Flitch fue un caso excepcional , y en muchos círculos fue considerado como un verdadero hispanista.   Tradujo la obra literaria de  Miguel de Unamuno, con el que le unía una gran amistad.  En una de sus cartas D Miguel,  invitó a Mr Flitch a conocer mejor la figura de  Goya, viajando por España, para así comprender mejor su obra ,  los lugares y sus   gentes, siendo esta  una forma  muy didáctica de entender el arte  del  Genio de Fuendetodos.

Animado por esta invitación Flitch , viajó a nuestro país en el año 1913 , visitando Fuendetodos, el Pilar, La Cartuja de Aula Dei , y otros lugares, todos relacionados con el maestro y la obra de D Francisco de Goya, posteriormente todo este viaje quedó reflejado en un libro  de catorce capítulos  titulado “ An idler in Spain. The record of a Goya pilgrimage”.  haciendo  referencia a cada una de sus visitas ,  comentaremos un pequeño texto  -original e imaginario- del capítulo  que hace referencia al viaje a  Fuendetodos.

-Llega nuestro viajero a Zaragoza en la primavera de 1913, se hospeda en el Hotel Lion d’or , con la intención de viajar a Fuendetodos , conocer la casa donde nació el Maestro,  los lugares que de niño frecuentó , las pinturas de la Iglesia  y visitar, si  es que queda alguien de la familia, en este pueblo aragonés.-

En hora temprana y en la recepción del Hotel pregunta cómo puede desplazarse hasta Fuendetodos, y la respuesta es, que, la mejor forma, es utilizar el recién inaugurado  ferrocarril de vía estrecha a Utrillas, apearse en *la estación de La Puebla de Albortón  y caminar hasta Fuendetodos.

Nuestro turista, se desplazará  hasta el barrio de Montemolin, donde se encuentra la antigua  estación de Cappa, la  recién  reformada y flamante, Estación de  Zaragoza - Utrillas, de la empresa Minas y Ferrocarriles de Utrillas , MFU, emplazada en el número 138 de la calle Miguel Servet,  y reinaugurada con fecha 30 septiembre de 1904.  Después de proporcionarse el correspondiente billete y con un ligero equipaje de mano , a las 8 de la mañana inicia un viaje en tren que le dejará después de 40 Km, y en tiempo de  una hora y 40 minutos  en la estación de la Puebla de Albortón .


 

                                   Estación de Zaragoza, de la línea Zaragoza-Utrillas  ( Dibujo de Miguel Murillo Ordovás )

 

He aquí un fragmento del artículo de D. Javier López Romanos, en la revista Aragón Turístico y Monumental :

“…insistencia de nuestro protagonista y tras recibir una mirada conmiserativa de pies a cabeza es informado de que solo hay un método para el viaje : Tomar el ferrocarril de Zaragoza a Utrillas y apearse en la estación de la Puebla de Albortón, para continuar a pie o a lomos de mulo, hasta Fuendetodos.

 Toma  nuestro viajero el simpático tren en la estación de Zaragoza a las 8:00 h de la mañana y tras un tranquilo recorrido de 40 km en el que emplea una hora y cuarenta minutos ,se detiene en la estación de la Puebla de Albortón a media mañana. Paisaje desértico, ni un alma, consigue hablar con el aburrido jefe de estación, y comunicarle su deseo de llegar a Fuendetodos.

-¿Fuendetodos ¿  ¡apresúrese¡  el cartero acaba de salir hacia allí y le guiará .

Una figura a lomos de un borrico se divisa en la distancia.

 Please,  señor,  grita el viajero sin  recibir señal de respuesta

Y  otra muestra de sorna británica. El cartero se detiene a liar un cigarrillo y nuestro inglés agradece vivamente al monopolio de tabacos de España, la forma de presentación de las labores, envueltas en un papel infumable, que obliga al usuario a proveerse de un librillo con un material más agradable, con el que liar el pitillo para disfrute del vicio.

 Gracias a esta parada nuestro fatigado viajero consigue alcanzar al jinete que le guiará hasta su destino.

¡Son agradables estos aragoneses, conversación no me ha dado, pero me ha cedido su montura y él ha continuado a pie ¡

A continuación, el viajero recuerda haber leído en una guía sobre Aragón:

“La gente de esta región es dura ,taciturna, raza de luchadores, obras y no palabras, miméticas con el  país severo en el que se ganan el sustento. Y  de esta raza era Goya”

Hasta aquí el fragmento.

Ahora Imaginemos a nuestro viajero en la Estación de la Puebla, rodeado de un paisaje tan agreste y solitario ,en su ignorancia cree divisar a lo lejos  Fuendetodos, pero una persona que se ha apeado junto a él, le saca de su error, indicándole que el pueblo que se ve al fondo es La Puebla de Alborton, población que da el nombre a dicha Estación,  el viajero saluda a su interlocutor amablemente y  piensa que -esta  gente  aunque ruda, es agradable y amable con los foráneos,- así es como ha entendido siempre Mr Flitch a los aragoneses.

 El curso o trayecto desde la Estación de La Puebla  a Fuendetodos ,se desarrolla por un camino/ senda ascendente, que tiene que superar un desnivel de más de 200 metros,    nuestro viajero tiene ocasión de contemplar con detalle  el paisaje , este irá  cambiando conforme se acercan al destino , al mismo tiempo, también puede  disfrutar del olor de las plantas aromáticas, romeros y tomillos que crecen en  ambos  lados del camino,  y de una tranquilidad y relajación en el que  solo a lomos de un mulo se puede disfrutar,  algún que otro conejo y varias perdices se cruzan y sobresaltan al viajero.   La diferencia del terreno entre el término de la Puebla y Fuendetodos es apreciable , la altitud y la vegetación es algo diferente, pinos y sabinas acompañan a los caminantes ya  en el término de Fuendetodos, y como no, llegando a destino pueden saciar la sed en  una de las  fuentes de agua fresca cercana a la población.

Una vez llegado a Fuendetodos , es  misión encontrar la casa natal que,  según consta en su blog de notas, está situada en  la c/ Alfóndiga 15, allí conocerá a Dª Benita Lucientes , nieta de la hermana de la madre del genial pintor , en la Iglesia admirará  las pinturas del Maestro, nada queda por recorrer en la localidad, por este “explorador artístico” en su afán por llegar  a conocer más íntimamente, al Maestro de Fuendetodos.

Y después de un emocionante y largo día, el viajero se encamina de regreso  a la Estación de La Puebla de Albortón , donde el ferrocarril,  le transportará  nuevamente a la capital. De este  modo, una vez en la estación zaragozana, tomará  el  moderno tranvía eléctrico de la línea 1 Bajo Aragón, atravesará toda la arteria principal del barrio de Montemolin,  y   le situará en la plaza de la Constitución,  centro de la ciudad, y así, en unos pocos minutos  caminando por  la calle D Jaime I ,  llegará  al n º 44,  lugar en el que se encuentra el  Gran Hotel  Restaurant Lion d’or. 

Ya en el hotel  luego de una frugal cena, repasará unas notas, y después de un  apacible  y breve descanso,  tomará fuerzas para que,  a la mañana siguiente, pueda proseguir  el recorrido, en busca de nuevos lugares de reencuentro, con la obra y el espíritu del   genial pintor aragonés.

 

Hasta aquí este pequeño relato, basado en la lectura del texto anteriormente citado  y otros imaginados, todo ello con la intención de rememorar  nuestra querida estación de ferrocarril que, durante más de 60 años dio servicio a la Puebla de Albortón,  a sus gentes y a otros pueblos cercanos , llevando riqueza, modernidad, y proporcionado trabajo a multitud de personas. Hoy la Estación, olvidada, abandonada y semiderruida, espera unas prometidas  obras de reconstrucción, junto con la pilastra del viaducto de Zafrane , para convertirla en una Vía verde, en el llamado  “- tren de la sostenibilidad-”,  unas obras de recuperación del patrimonio industrial y de una ingeniería civil de más de cien años,  esperemos que estas, se desarrollen y se lleven a cabo en breve tiempo.

Desde esta -ventana al pasado- entendemos que, - la desidia y el polvo que hoy cubren estos  edificios, no pueden borrar nuestros recuerdos-.

 

 


 

*En recuerdo de los viajes personales efectuados en este maravilloso y mágico tren, con final en la estación de la Puebla de Albortón. En recuerdo de mis abuelos maternos  Águeda Salvador Portao y  Vicente Ordovás Gil- (Puebla de Albortón 1881-1970), y de los   bisabuelos  Alejandro Ordovás Lucientes, y su esposa, Miguela Gil Grasa, fuertemente ligados a la localidad de Fuendetodos.

 

Çaragoça  a X días del mes VII del año MMXXIII, festividad de San Cristóbal

Francho Chabier Murillo y Ordovás