(c) F J Murillo Ordovas
¿ Que le puede regalar un rico y gran empresario naviero a su amada para su retiro? pues nada mejor que un Palacio. Miguel Larrinaga y Asunción Clavero , los protagonistas de esta historia de amor , decidieron la construcción del Palacio ( Villa Asunción) en Zaragoza, y como no, en un lugar privilegiado en la época, en el camino del Bajo Aragón , entre lo que era la zona de Las Fuentes y Miraflores, estamos hablando de Montemolín. La fuerte expansión de la Zaragoza industrial , los tranvías, el nuevo Matadero Municipal , las huertas y las casas de recreo hacían de este punto un lugar ideal .
(c) F J Murillo Ordovas
En la Puerta Principal de forja , que delimita el Palacio; observamos un número, el - 35-, supongo que este sería el número que le correspondía en el Barrio de Montemolin en aquellos años.
La decisión fue muy meditada, Miguel había estudiado Derecho, en Zaragoza y Asunción era de una localidad cercana del Bajo Aragón (Albalate del Arzobispo), se habían conocido en Zaragoza y por lo tanto Zaragoza iba a ser el principio y el final de su amor , pero la mala suerte ( la muerte de Asunción ) decidió que esto no fuese así, y nunca lo habitaron. Alguien me contó que en noches de verano y luna llena , se ha visto la silueta de dos personas, un hombre y una mujer, paseando de la mano, por los jardines...
(c) FJ Murillo Ordovas
Cerámica de la fachada principal, del Palacio de Larrinaga. Mercurio, "Dios del Comercio", y Mensajero de los Dioses ( entre otros menesteres ), recibiendo a uno de los barcos de la compañía, junto con una alegoría de la Industria, las veces que hemos pasado por ahí y no nos paramos a verlo detenidamente .
(c) F J Murillo Ordovas
Vista panorámica del Palacio, desde Miguel Servet.
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